Mariposa del aire
El poema comienza con una tierna admiración hacia una mariposa, describiéndola como un ser hermoso que flota en el aire. García Lorca usa colores vivos como dorado y verde para pintar con palabras a este delicado insecto, comparándolo con una "luz de candil".
En la segunda parte, el poeta expresa un deseo: quiere que la mariposa se quede donde está. La repetición de "¡ahí, ahí, ahí!" muestra la emoción y urgencia del hablante por capturar ese momento de belleza. El poema termina con una pregunta que sugiere incertidumbre: "mariposa, ¿estás ahí?".
Los símbolos del corazón (♡) que aparecen en el poema refuerzan el sentimiento de amor y admiración que el autor tiene hacia este pequeño ser natural. La sencillez del lenguaje y la musicalidad hacen que este poema sea fácil de memorizar y recitar.
💡 Dato curioso: Federico García Lorca frecuentemente usaba elementos de la naturaleza en sus poemas para expresar emociones profundas. La mariposa, por su transformación y belleza efímera, suele simbolizar la fragilidad de la vida y la belleza.