Estructura Interna del Corazón
Tu corazón está diseñado como una bomba de cuatro cámaras perfectamente coordinadas. Las dos cámaras superiores, las aurículas (derecha e izquierda), funcionan como recintos de recepción que reciben la sangre que regresa al corazón. Las dos cámaras inferiores, los ventrículos (derecho e izquierdo), son poderosas bombas que impulsan la sangre hacia su destino.
Para mantener el flujo sanguíneo en la dirección correcta, el corazón cuenta con cuatro válvulas que funcionan como puertas unidireccionales. La válvula tricúspide (con tres cúspides o "puertas") controla el paso entre la aurícula derecha y el ventrículo derecho. La válvula mitral, también llamada bicúspide por tener dos cúspides, regula el flujo entre la aurícula izquierda y el ventrículo izquierdo.
En las salidas de los ventrículos, encontramos otras dos válvulas importantes: la válvula pulmonar en la salida del ventrículo derecho hacia la arteria pulmonar, y la válvula aórtica en la salida del ventrículo izquierdo hacia la aorta. Estas válvulas impiden que la sangre regrese a los ventrículos después de ser expulsada.
La separación completa entre los lados derecho e izquierdo del corazón es crucial, ya que evita que la sangre oxigenada y desoxigenada se mezclen. Esta división permite que la circulación pulmonar y sistémica funcionen simultáneamente con la máxima eficiencia.
💡 Truco para recordar: Las válvulas aurículo-ventriculares (tricúspide y mitral) evitan que la sangre "caiga" hacia atrás durante la contracción, mientras que las válvulas semilunares (pulmonar y aórtica) evitan que la sangre "rebote" hacia los ventrículos durante la relajación.