Clasificación de las Articulaciones
Las articulaciones se clasifican según su estructura y movilidad en tres tipos principales:
Fibrosas: Conectadas por tejido conectivo fibroso. Son inmóviles y se encuentran principalmente en el cráneo. Su estructura rígida proporciona gran estabilidad pero nula movilidad.
Cartilaginosas: Unidos por cartílago, permitiendo cierto grado de movimiento (semimóviles). Un ejemplo claro es la unión entre vértebras mediante discos intervertebrales.
Sinoviales: Son las más complejas y móviles. Poseen una cavidad llena de líquido sinovial que facilita el movimiento. Las articulaciones de las extremidades como rodilla, codo y hombro son sinoviales.
El tipo de articulación determina directamente su capacidad de movimiento, desde las inmóviles (fibrosas) hasta las completamente móviles (sinoviales).
💡 ¡Recuerda! La estructura de cada articulación está perfectamente diseñada para su función: inmóvil para protección (cráneo), semimóvil para flexibilidad limitada (columna) o móvil para movimientos amplios (extremidades).