Biomecánica de la Mano
La mano es una obra maestra de ingeniería biológica que permite infinitas posibilidades de manipulación gracias a su estructura articular especializada.
En la artrocinemática de la muñeca, los movimientos involucran complejas rotaciones sincrónicas. Durante la desviación ulnar, los huesos de la fila proximal ruedan ulnarmente y deslizan radialmente, mientras el hueso grande sigue el mismo patrón en la mediocarpiana. En la desviación radial ocurre lo contrario: rodamiento radial y deslizamiento ulnar.
Los arcos de la mano son estructuras fundamentales para la manipulación y el agarre. Las articulaciones metacarpofalángicas (MCF) de los dedos II-V son móviles, mientras que el carpo distal y los metacarpianos II y III forman una estructura rígida que da estabilidad a la mano.
Las articulaciones carpometacarpianas (CMC) de los dedos II-V son sinoviales planas con movimiento limitado. Sin embargo, la CMC del pulgar es de tipo sellar (silla de montar) y permite la oposición, un movimiento exclusivamente humano que facilita el agarre de precisión.
Esta articulación del pulgar tiene dos grados de libertad y realiza movimientos de abducción-aducción (superficie convexa sobre cóncava) y flexión-extensión (superficie cóncava sobre convexa). La oposición es una combinación de abducción, flexión y rotación medial del primer metacarpiano, fundamental para agarrar objetos.
Las articulaciones metacarpofalángicas (MCF) de los dedos II-V tienen dos grados de libertad, permitiendo flexión-extensión y abducción-aducción. Su estabilidad depende de un complejo sistema pasivo de ligamentos.
💡 Para recordar: La oposición del pulgar es el movimiento que más nos diferencia de otros primates y nos permite realizar actividades de precisión como escribir, utilizar herramientas o sostener objetos pequeños.