La represión y las violaciones a los derechos humanos
La represión política se convirtió en política de Estado. De acuerdo con las comisiones investigadoras, durante la dictadura hubo aproximadamente 1.230 detenidos desaparecidos, más de 1.900 ejecutados políticos y alrededor de 38.200 casos de torturas y prisión política. Estas cifras siguen siendo debatidas hasta hoy.
Los primeros días después del golpe fueron extremadamente violentos. Se realizaron allanamientos masivos en oficinas de gobierno, universidades y poblaciones. Se publicaron listas de personas vinculadas al gobierno de Allende, quienes fueron llevadas a regimientos, comisarías y centros deportivos como el Estadio Nacional. Allí eran interrogados, torturados y muchos fueron ejecutados. Un ejemplo brutal fue la llamada "Caravana de la Muerte", comitiva militar que recorrió el país ejecutando a partidarios de Allende.
En 1974, la represión se institucionalizó con la creación de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), policía secreta dirigida por el general Manuel Contreras. Su misión era detener, torturar y encarcelar personas en campos de concentración como Pisagua e Isla Dawson, y en centros de detención como Villa Grimaldi y Londres 38. Las torturas incluyeron golpes, electrochoques, violencia sexual, asfixia y en muchos casos, la muerte.
🔍 Importante: La represión traspasó fronteras con el asesinato de figuras como el general Carlos Prats en Argentina (1974) y el ex canciller Orlando Letelier en Washington (1976).
La DINA fue reemplazada en 1977 por la Central Nacional de Informaciones (CNI) debido a las críticas internacionales, pero esta nueva organización continuó con las mismas prácticas represivas que su antecesora, manteniendo el sistema de terror institucionalizado.