Reformas Administrativas
El emperador Constantino 312−337d.C. intentó resolver los problemas trasladando la capital a Bizancio, que rebautizó como Constantinopla. Esta decisión reconocía que Roma estaba empobrecida y que el imperio era demasiado grande para administrarlo desde allí.
Décadas después, el emperador Teodosio 379−395d.C. tomó una decisión aún más drástica: dividir oficialmente el imperio en dos partes. Esta división buscaba hacer más eficiente la administración.
Honorio quedó a cargo del Imperio de Occidente, con capital en Roma, mientras Arcadio gobernó el Imperio de Oriente, con capital en Constantinopla. Esta división, que pretendía salvar al imperio, terminó siendo el preámbulo de su caída.
🧩 Conéctalo: Esta división fue como separar un cuerpo en dos: la parte oriental sobrevivió y prosperó, mientras que la occidental se debilitó hasta desaparecer.