La visión ideológica de Gaddis
La postura de Gaddis puede definirse como realista moderada con inclinaciones liberales. Aunque reconoce errores en la política estadounidense, considera que EE.UU. desempeñó un papel esencial en contener un sistema soviético que califica como autoritario y expansivo.
Un aspecto central de su interpretación es que no ve el conflicto como simétrico. Según Gaddis, "no todos los imperios son iguales": mientras el soviético se imponía mediante la fuerza militar, el estadounidense se basaba principalmente en alianzas voluntarias y ayuda económica. Esta visión ha sido criticada por minimizar las intervenciones estadounidenses en países del Tercer Mundo.
Su crítica al comunismo soviético es contundente. Señala que la represión, la falta de libertades civiles y los errores estratégicos del sistema soviético fueron problemas estructurales, no coyunturales. Aunque no justifica acciones como la Guerra de Vietnam o los golpes de Estado apoyados por EE.UU., los interpreta como respuestas a una amenaza real.
Respecto al final de la Guerra Fría, Gaddis destaca que terminó no por una victoria militar, sino porque "una de las partes dejó de creer en su propio sistema". Elogia el pragmatismo de líderes como Nixon, Reagan y Gorbachov que permitieron una resolución pacífica, y reconoce el mérito de movimientos ciudadanos como Solidaridad en Polonia.
En síntesis, aunque Gaddis mantiene una visión crítica de algunos aspectos de la política estadounidense, su interpretación tiende a favorecer la postura occidental en el conflicto, considerando al sistema democrático-capitalista como más flexible, autocrítico y, en última instancia, más exitoso que su contraparte soviética.
💡 La capacidad de las democracias occidentales para reformarse y corregir errores contrasta, según Gaddis, con la rigidez del sistema soviético, que no podía reformarse sin desintegrarse, como demostró el fracaso de la Perestroika.