Liberalismo y Revolución
El liberalismo clásico se basaba en puntos clave como el lucro, el "dejar hacer, dejar pasar", la acumulación de capital, la competencia, la propiedad privada y el libre mercado. Estos principios transformarían la economía mundial.
La Revolución Francesa provocó cambios radicales acompañados de violencia y desorden social. Tras este periodo turbulento, Napoleón Bonaparte emergió como figura militar y autoritaria, dando un golpe de estado en 1799.
Durante el siglo XIX, Napoleón pasó de ser primer cónsul con poder ejecutivo a convertirse en cónsul vitalicio (1802) y finalmente en emperador (1804). A pesar de sus medidas autoritarias, mantuvo algunos valores de la revolución y la Ilustración.
💡 El Código Napoleónico fue tan revolucionario que muchos de sus principios, como la igualdad ante la ley, siguen siendo la base de numerosos sistemas legales modernos en todo el mundo.