El desenlace trágico
Después de confirmar sus sospechas a través de una conversación ambigua con Lartigue, amigo de Hunter, Castel cita a María en la Recoleta. Sin embargo, ella no acude a la cita. Al llamarla por teléfono, descubre que ha vuelto a la estancia, supuestamente porque "Hunter está enfermo".
Esta noticia desata la furia final de Castel. Toma prestado el auto de su amigo Mapelli y conduce hasta la estancia. Allí, escondido entre los árboles durante una noche tormentosa, espía a María y Hunter caminando juntos. Cuando ve que la luz se enciende en el dormitorio de Hunter y no en otro cuarto, siente "una sensación de infinita soledad".
El acto final es narrado con escalofriante precisión. Castel trepa hasta la habitación de María, la confronta con un cuchillo en la mano y ante su pregunta "¿Qué vas a hacer, Juan Pablo?", responde: "Tengo que matarte, María. Me has dejado solo." La escena del asesinato es brutal pero breve.
Después del crimen, Castel va a ver a Allende para confesarle todo, buscando infligirle el mismo dolor que él siente. La reacción del ciego, que lo llama "¡insensato!" repetidamente antes de suicidarse, queda como una pregunta sin respuesta que atormenta a Castel en su celda.