Desinfectantes y su aplicación
Los desinfectantes son agentes químicos aplicados en superficies inertes para destruir microorganismos. A diferencia de los antisépticos, no se usan en tejidos vivos.
El cloro en concentraciones de 0,5% o 0,1% es eficaz contra diversos patógenos, incluido el Clostridium difficile. Se utiliza para desinfectar pisos, paredes, lavamanos, inodoros, mobiliario y para tratar fluidos corporales. Debe mantenerse en envases cerrados, opacos y protegidos del calor, aplicándose siempre después de la limpieza y con equipo de protección personal.
El alcohol al 70% como desinfectante se emplea para superficies y material no crítico como fonendoscopios y termómetros. Una limitación importante es que se inactiva en presencia de materia orgánica, reduciendo su efectividad.
Para desinfección de alto nivel, especialmente de endoscopios, se utiliza el ortoftaldehído. Este proceso debe realizarse exclusivamente en salas especializadas con sistemas de extracción y usando equipo de protección personal adecuado.
💡 Recuerda: Todos los antisépticos y desinfectantes deben rotularse con fecha de apertura y vencimiento. El alcohol tiene una duración de 3 días una vez abierto, mientras la clorhexidina y povidona duran un mes.
Es fundamental conservar estos productos en sus envases originales, mantenerlos cerrados en áreas limpias y nunca mezclarlos entre sí para garantizar su efectividad y seguridad.