Aplicación de Conocimientos
Para reforzar lo aprendido sobre disoluciones, es útil identificar ejemplos de cada tipo en tu entorno. Por ejemplo, entre las disoluciones sólidas podemos mencionar las aleaciones como el bronce (cobre y estaño) o el latón (cobre y zinc), mientras que el vidrio es una mezcla de arena de sílice, carbonato de sodio y caliza.
En las disoluciones líquidas, podemos encontrar ejemplos como el agua de mar, los jarabes medicinales o los refrescos. Para las disoluciones gaseosas, además del aire, tenemos el gas natural o los gases de escape de vehículos.
Al identificar el soluto y el disolvente en cada caso, recuerda que el disolvente es siempre el componente en mayor proporción. Por ejemplo, en el acero, el hierro es el disolvente y el carbono el soluto, lo que lo clasifica como una disolución sólido-sólido.
💡 ¡Investiga más! El 1% restante del aire incluye gases como argón, dióxido de carbono, neón, helio, metano y otros gases en pequeñas cantidades. Cada uno tiene funciones importantes en nuestro planeta.